Técnicas de aislamiento de paredes en el exterior

Para aislar las paredes desde el exterior, existen diferentes métodos como la colocación o el rociado de yeso y lo que aquí detallamos la fijación de paneles aislantes rígidos. Hay tres métodos para ello.

Aislamiento encolado

El aislamiento puede pegarse al sustrato (pared existente), siempre que éste sea plano y no esté revestido. Si está revestido, hay que decaparlo previamente. La unión se realiza mediante puntos o tiras (o cordones) repartidos por la superficie del aislamiento o por toda su superficie. El aislamiento utilizado para esta técnica de instalación suele ser poliestireno expandido de color blanco o gris. En la parte inferior de la estructura se coloca un perfil que se fija en la pared para mantener toda la instalación en su sitio.

El aislamiento en forma de cuña


Otro método de fijación es el aislamiento por cuña. En este caso, el sustrato no tiene por qué ser plano o sin revestimiento y se pueden utilizar diversos aislamientos. El aislamiento se calza con almohadillas adhesivas y luego se fija con tacos de expansión, que pueden ser de golpe o de tornillo. Las almohadillas de pegamento amortiguan las vibraciones y absorben las irregularidades y los posibles movimientos de expansión de las distintas capas. La principal ventaja de este método de fijación es su compatibilidad con los sustratos irregulares y revestidos.

Fijación mecánica a los perfiles

Por último, la fijación puede ser mecánica. Este caso sólo es adecuado para la renovación de viviendas cuando el sustrato es plano y está recubierto. Se trata de fijar el aislamiento horizontal o verticalmente a unos raíles (o perfiles) que a su vez están fijados al sustrato. El único aislamiento permitido para esta técnica es el poliestireno expandido blanco.